viernes, 1 de octubre de 2010

Crónicas del Multiverso. Víctor Conde.


He de reconocer que hacía años que no cogía un libro de Ciencia Ficción entre mis manos, hasta que decidí comprar este por varios motivos en concreto. El primero que fuera Premio Minotauro 2010; segundo, que su autor fuera canario; y tercero y último, las buenas críticas que me habían llegado sobre la obra.
Sin embargo, dejadme que os diga algo. “Crónicas del Multiverso” no es una novela de CF al uso clásico de “Dune”, “Star Wars” u otras obras por el estilo. El autor ha logrado ir más allá e inventar un universo completamente distinto, con motivaciones muy creíbles y personajes de lo más variopinto que haya leído nunca.
La novela gira en torno a los acontecimientos que suceden en un plano del Universo cuyos límites se están cerrando peligrosamente en torno a sus habitantes. Quince razas que lucharán por sobrevivir, cada una con sus propias ideas sobre la supervivencia, lo que hace que una guerra entre ellas pueda ser inminente.
La conjura de distintas historias que finalmente terminan de entrelazarse, hacen de esta genial obra un conglomerado de microrrelatos que, compaginándose perfectamente, vuelven la novela dinámica y entretenida hasta la resolución final.
Como único “pero” achacaría que el autor usa demasiados tecnicismos y un léxico excesivamente rebuscado al comienzo de la obra, lo que la hace medianamente difícil de seguir si se carece de conocimientos semánticos amplios. Sin embargo, según avanza la novela, va prescindiendo de esa retórica excelsa para volver a un vocabulario más cercano al lector.
Sólo me queda finalizar estar reseña felicitando al autor por el éxito de este libro y por la consecución del Premio Minotauro 2010.
NOTA: 7/10

La Historiadora. Elizabeth Kostova.


Pocas veces en mi vida he leído libros que haya tenido que terminar con esfuerzo y haciendo todo un ejercicio de voluntad, dado que odio dejarlos a medias. Sin embargo, he de decir que esta ha sido una de las novelas que más me ha costado terminar.
“La Historiadora” trata de contar las peripecias de una investigadora que relata sus vivencias previas con su padre, político y empresario de profesión, en las cuales viajaba por toda Europa siguiendo la pista a un esquivo ser que levanta terror y curiosidad a partes iguales en la mente de su progenitor y de ella misma.
Durante el relato, la protagonista nos intenta entrelazar sus pasiones sibaritas con una aburrida trama de acontecimientos que le acontecen a su padre durante la búsqueda del misterioso individuo.
Cada capítulo comienza de forma similar y lo concluye de igual manera. Todo son comidas y paseos por diferentes puntos de la geografía del Viejo Continente, departiendo almuerzos o cenas en los más exclusivos restaurantes, siempre al atardecer, con climas maravillosos y estampas de postal de vacaciones. Y entre esas narraciones tediosas y aburridas, casi insalvables para el lector más ávido, incluye las mencionadas historias y vivencias de un azaroso pasado paterno.
Por buscarle un punto positivo, diría que el hecho de que el personaje que buscan padre e hija sea el propio Conde Vlad Tepesh o Drácula, es lo único que le da cierta garantía de ser leído completamente. Por lo demás, es casi imposible coger el ritmo adecuado de lectura.
Desde mi humilde opinión, intentar vender este libro como una obra de vampiros se me antoja una quimera de la imaginación mercantilista de la misma editorial que se atrevió con la bazofia de “El Código Da Vinci”. Que se mencione someramente a Drácula o Vlad Tepesh en el relato no la convierte en una novela de vampiros, y mucho menos tal como la ha desarrollado la escritora.
En definitiva, como vulgarmente se suele decir, es un “ladrillo” que yo no recomendaría ni al peor de mis enemigos en las letras.
NOTA: 3/10